A los pies de tu comedor

Por Eileen Rivera-Esquilín

La tarea de buscar una alfombra adecuada para el comedor no es fácil para muchos. Esto, luego de debatirnos entre colocar una o no en este espacio, pues hay personas que piensan que es mejor no hacer esta inversión “porque se va a ensuciar mucho”.

Lo cierto es, que de la misma manera que una alfombra es lo que enmarca el área de la sala o le brinda más calidez a la habitación, en el comedor pasa exactamente igual, pues se trata de la pieza que aporta textura, color a la estancia y puede ser el centro de atención.

Para salir de dudas en cuanto al tamaño, asegúrate que dejas 24” más a cada lado del borde de la mesa para que así todas las patas de las sillas queden sobre la alfombra y aún cuando los comensales las muevan, éstas no se salgan del área. Así evitas tropiezos o sillas que se tambalean por tener dos patas en la alfombra y dos fuera de ella.

Eso sí, la regla de oro debe ser evitar aquellas piezas de pelo largo -como las ‘shaggy’- pues atraparán todo lo que caiga y entonces sí será un dolor de cabeza mantenerla limpia. Para hacernos la vida más fácil existen alfombras de pelo bien corto, de materiales sintéticos como el polipropileno o los ‘tiles’ que puedes limpiar con un pañito húmedo y hasta debajo del grifo.

Seleccionar un material de poco mantenimiento es crucial. Algunas de las sintéticas -aunque parezcan naturales- se pueden usar tanto en interior como en exterior y son perfectas para espacios como el comedor. De igual modo, aquellos diseños en ‘tiles’ que puedes configurar a tu gusto, con mezcla de tonos o patrones para crear un punto focal y que pueden limpiarse en un abrir y cerrar de ojos.

Nada, que no es tan complicado como parece encontrar la pieza perfecta que irá a los pies de tu comedor.

(Publicado originalmente en Modo de Vida)