Paredes vestidas

Por Eileen Rivera-Esquilín

El ‘wallpaper’ es una de las principales opciones que tenemos hoy día cuando se trata de crear un punto focal en una pared. El mercado nos ofrece tantas alternativas que es difícil decidirse por uno rápidamente. Los hay con colores brillantes, patrones geométricos, satinados, ‘bling-bling’ y claro, hay otros más clásicos o tradicionales.

Pero lo ideal es atreverse. Si te vas a dar ese gusto y quieres dar de qué hablar, entonces te sugiero uno que se destaque en un espacio en particular. Eso sí, ten presente la mesura. No es lo mismo tener una pared con un diseño muy llamativo que aporte un toque muy especial, que tener lo mismo en las cuatro y sentir un poco de agobio.

Les comparto un ejemplo. En un proyecto comercial que trabajé, tuve claro desde el principio que un ‘wallpaper’ debía formar parte de la ambientación de esos interiores. Se trata de un clínica de estética y para la pared que te da la bienvenida al área de manicura y pedicura, ese espacio donde las clientas hablan y se ponen al día, hacía falta un acento tan diferente como llamativo.

¿El resultado? Un papel que recogía la combinación de tonos grises y el lavanda que se utilizó en el resto del proyecto. De esa misma pared, sale una mesa en “L” hecha a la medida con tope en vidrio pintado en un tono lavanda intenso. A mí me encanta.

“Tip”: tómate el tiempo necesario para analizar diferentes diseños. El papel pasará mucho tiempo en la pared, así que su elección debe ser la acertada para no malgastar tiempo y dinero.

¿Se animan a vestir paredes?

(Publicado originalmente en Modo de Vida)