Diseñador… ¿para qué?

Por Eileen Rivera-Esquilín

Ocurre con frecuencia. Que nos mudamos o remodelamos la casa y no tenemos una idea clara de cómo distribuir los espacios, de qué tipo de mobiliario usar o qué paleta de color es la que nos favorece. Recurrimos entonces a la opinión de amigos y familiares. También optamos en ocasiones por copiar lo que vemos en casa de una vecina o en una revista, pero no necesariamente eso es lo que nos conviene.

Es que para muchos, recurrir a un diseñador de interiores resulta en un “gasto innecesario”. “¿Para qué?, si en casa tenemos buen gusto”, escuchamos decir. Pero nuestra labor va más allá. De entrada, evaluamos en detalle los espacios y tomamos en cuenta las necesidades del cliente, cómo es su día a día, qué estilo le gusta, etc. No se trata nada más de “poner la casa bonita”, es hacerla ante todo, funcional.

Razones para contratar un diseñador:

1- Será capaz de visualizar los espacios de una manera diferente.

2- Como conoce el mercado, podrá recomendarte las mejores opciones para adquirir los revestimientos de pisos, mobiliario, equipos y accesorios que necesitas.

3- Sabrá diseñarte mobiliario y fascias a la medida y/o podrá identificar un ebanista-contratista capacitado para hacerlo. Por lo regular, un diseñador con experiencia ya cuenta con un equipo de trabajo que se encarga de todos esos asuntos.

4- Te recomendará los materiales, textiles y texturas adecuadas para lograr una buena estética.

5- Sabrá qué piezas son las adecuadas en cada área y el espacio libre que debe existir entre cada una.

6- Te dejará saber con tiempo si esa idea que tienes en mente es viable o no para tu casa o negocio.

7- Administrará el presupuesto acordado inicialmente. Cuando se trata de proyectos grandes existe el riesgo de los imprevistos, pero si encargas el mismo a un profesional desde el primer día, vas más a la segura. De lo contrario, podrías terminar gastando el doble.