Rodéate de piezas funcionales
Por Eileen Rivera-Esquilín
¿Te ha pasado que te enamoras del diseño o la decoración de un espacio en esa revista que te encanta, viste una idea en redes o en Pinterest a la que quisieras darle ‘copy y paste’ y llevarla tal cual para tu casa?
A todos nos ha pasado en algún momento.
Pero, la realidad es que no necesariamente eso que te llama la atención va bien en tu estancia porque tienes otras necesidades o porque no es funcional para ti.
Todos deberíamos tener como prioridad el uso de piezas funcionales en casa, para así sacarle el mayor provecho a cada zona. Y lo primero que recomiendo tener en mente es evitar llenar las áreas y habitaciones con piezas que tengan ningún uso. La consigna debería ser: ganar espacio. Y, mientras menos cosas, más orden.
Y es que decidirse por un estilo funcional significa definir bien para qué se utilizará cada habitación. Con esto, no quedan detalles al azar y se puede aprovechar mejor el espacio en cada zona. Si a eso le agregamos, mobiliario funcional entonces ahorramos tiempo, dinero, pies cuadrados y le damos otros usos a esos rincones que en condiciones normales se perderían.
En otras palabras, se trata de adaptar tu casa a tus necesidades y no al revés. Te comparto algunos ejemplos sobre cómo maximizar áreas y piezas.
Por ejemplo, en sala-comedor… que es la zona más concurrida de la casa, debemos pensar en mobiliario cómodo, de fácil mantenimiento y que sea resistente, porque le vamos a dar mucho uso. Cuando tenemos ambas áreas contiguas, como parte de un espacio abierto, es mejor utilizar materiales y elementos en común para unificar.
Si hablamos de piezas específicas que pudieran aportar funcionalidad en estas zonas, te sugiero que en el comedor tengas una mesa que se pueda extender para acomodar a más personas o un ‘buffet’ que sirva como zona adicional de ‘storage’.
Mientras en la sala, un ‘wall unit’ no solo funciona para enmarcar donde va colocado el televisor, sino que también sirve para más área de almacenaje, para que todo esté ordenado. También el tope o una tablilla flotante de este mismo mueble se puede convertir en escritorio. Otros ejemplos de piezas prácticas son un ‘ottoman’ con ‘storage’ en su interior y un sofá-cama.
La cocina, el centro de todo, también puede apostar hacia lo funcional, sobre todo cuando tienes la oportunidad de extender el tope o hacer una isla, porque como sabes, ahí no solo se come, sino que se hacen las reuniones con la familia o los amigos, se hacen las asignaciones, se trabaja en la computadora, etc. De hecho, en esa misma isla se puede destinar una zona de almacenaje. En el resto de los gabinetes, recuerda que se aprovechen las esquinas, tener gavetas profundas para ollas y ocultar enseres pequeños.
(Fotos / Unsplash)
Comments