Señor sofá...

Por Eileen Rivera-Esquilín

Es una inversión. Una pieza de mobiliario protagónica para la sala o el ‘family’. Es donde te sentarás a conversar con amigos y donde se tirarán todos -incluídos perros y gatos- a ver televisión.

Para muchos resulta un reto eso de escoger el sofá adecuado. ¿En tela o piel? ¿Blanco, ‘beige’, gris o negro? ¿Recto o de dos piezas? Son muchas las interrogantes que nos llegan mientras vamos mirando de tienda en tienda.

Decidir su color no es tarea fácil. Recuerda que un tono neutral te facilitará el resto del proceso pues te dará la libertad de cambiar los accesorios cuando quieras. El blanco es atemporal y se adapta a infinidad de tonalidades y accesorios. Asegúrate que su textil sea resistente a manchas.

El crema o ‘beige’ también te ofrece calidez en los espacios y te da flexibilidad a la hora de combinar con el resto del ambiente. El marrón ha caído un poco en desgracia desde que el gris se convirtió en un color tan popular. Eso sí, sigue siendo neutral y clásico.

El gris va súper con tonos cálidos de madera y piedra. Le quedan bien infinidad de colores en combinación. Oculta el sucio, así que es una gran alternativa cuando hay niños en casa.

Para empezar, toma la medida del espacio que tienes disponible en la sala para el sofá. Así cuando comiences la búsqueda, podrás ver las piezas que realmente caben en el área. Importante!: considera siempre espacio libre para circular al frente (3 pies sería ideal) y en los lados del sofá.

Ten en cuenta también el espacio libre para colocar alguna mesita de centro u otomanos, dependiendo del uso y las necesidades que tengas en el área. Por ejemplo, si recibes visitas en casa y necesitas otras opciones como asiento o si hay niños y estos prefieren acomodarse en el piso (como muestra la foto). Una mesita debe estar mínimo, 18" separada del sofá. Una opción más moderna son las mesitas auxiliares en diferentes tamaños y alturas, para poder moverlas a gusto.

(Publicado originalmente en Modo de Vida)